lunes, 1 de febrero de 2010

La OECD alerta del impacto de la crisis en la creación y cierre de empresas

Insta a los políticos a apoyar la iniciativa empresarial a favor del empleo y la recuperación global
Un nuevo informe de la OECD acaba de revelar que la crisis económica ha tenido un fuerte impacto en el espíritu empresarial durante 2008 y 2009. El estudio afirma que en doce países, incluido Estados Unidos, en estos dos años la creación de empresas disminuyó fuertemente, así como el cierre de compañías del mercado tuvo un aumento significativo. La OECD advierte que estos datos pueden tener implicaciones importantes para la creación de empleo e insta a los políticos a apoyar la iniciativa empresarial. Por Catalina Franco R.


Aunque la mayoría dé por sentado que lo peor de la crisis económica ya pasó, apenas empiezan a conocerse nuevos indicadores de factores que se han visto afectados indirectamente y que pueden tener consecuencias preocupantes para aspectos tan importantes como el empleo. Durante todo 2009 se habló sin parar de los despidos masivos por el recorte de gastos en las empresas, de la cantidad de personas que perdieron sus puestos y de lo difícil que fue para millones de personas en el mundo encontrar un trabajo para poder sostener sus hogares. Pero el desempleo, que hoy continúa en niveles altísimos en países como Estados Unidos y España, también tiene otras raíces que preocupan para el futuro cercano. Un nuevo estudio de la
Organisation for Economic Co-operation and Develpoment, OECD, llamado Timely Entrepreneurship Indicators, acaba de dar a conocer datos sobre el impacto que la crisis económica ha tenido en los emprendedores. De acuerdo con la investigación, durante los años 2008 y 2009 la crisis causó una fuerte disminución en la creación de nuevas empresas, así como un aumento significativo en el cierre de firmas en 12 países, incluido Estados Unidos, lo que puede tener implicaciones importantes en la creación de empleo. Menos empresas nuevas, menos empresas viejas El informe hace énfasis en que el impacto de la crisis económica en la creación y el cierre de empresas en los distintos países, ha sido muy significativo y tiene que ser tomado en consideración. Según explica Robert Litan, vicepresidente de Investigación y Política del Ewing Marion Kauffman Foundation (financiadora del estudio de la OECD), “nuestra investigación muestra que las firmas nuevas y jóvenes han sido la fuente primaria de nuevos empleos en Estados Unidos durante las últimas tres décadas… Aunque el cierre de negocios es algo normal en un ecosistema empresarial saludable, este estudio muestra un aumento simultáneo en el cierre de empresas y en la disminución de la creación de empresas en los países del OECD en su conjunto. Esto debería enviar una alerta roja a los políticos alrededor del mundo para que retiren todos los impedimentos y así motiven y apoyen la creación de negocios, de manera que podamos crear nuevos empleos y sostener una recuperación económica mundial". Los datos del estudio muestran unos patrones muy similares en la disminución de la creación de nuevas firmas en los doce países después del inicio de la crisis, aunque hay algunas diferencias entre ellos. Por ejemplo, durante el año 2007, cuando muchos países veían un firme ascenso en la creación de nuevas compañías, Estados Unidos, Inglaterra y, en menor medida, España, ya presentaban una disminución en este aspecto. Luego, durante 2008 y 2009, vino la caída fuerte en la creación de nuevas firmas, que resultó en una menor creación de empresas que la que se dio en 2005, con excepción de Francia y Bélgica. ¿Hay o no hay recuperación? Un dato interesante del estudio es que los países de Europa del Este y Brasil, que son naciones que actualmente pasan por un alto nivel de reestructuración, presentan tasas más altas de nacimiento, muerte y hasta crecimiento de firmas. Parece ser que la creación y la destrucción de empleos a través del nacimiento y la muerte de empresas constituyen una parte importante de la agitación laboral en estos países. Por otra parte, la investigación muestra que la industria de servicios tiene un nivel de dinamismo empresarial más alto que la manufacturera. En este estudio se destaca que, por primera vez, se presenta un amplio espectro de indicadores de determinantes empresariales como acceso a las finanzas, marco regulatorio, creación y difusión del conocimiento, condiciones del mercado, capacidades empresariales y cultura empresarial. Por último, los autores del estudio recomiendan interpretar con cuidado los datos de la primera mitad de 2009, ya que algunos países han apuntado signos de recuperación en los últimos meses. No hay que pensar que con noticias como ésta todos los ánimos deben irse al piso, ni tampoco hay que cantar victoria con informes que presenten datos muy positivos. Simplemente, los políticos, las empresas y las personas deben continuar actuando con cautela y teniendo en cuenta las recomendaciones de no estancarse, hechas por autores de diversos estudios como éste de la OECD.

Miércoles 27 Enero 2010
Catalina Franco
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